Antonio Muñoz Rodríguez
Antonio Muñoz Rodríguez es licenciado en Historia, además de haber realizado estudios de filologías hispánica y clásicas, que no pudo concluir por un destino imprevisto en Marruecos que le llevó casi una década a vivir en este país.
Aunque a su vuelta de Marruecos su vida dio un giro y tuvo que desistir de su doctorado en historia y de concluir las filologías, no abandonó sus grandes temas de estudio, investigación y de afición que siguen siendo los mismos.
También hay que destacar su faceta como escritor, habiendo publicado en la actualidad cinco libros sobre Vejer, Barbate y la comarca de la Janda, además de un centenar de artículos.
En la actualidad es presidente de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Vejer.
La RSEAP de Vejer había tenido una larga historia de más de 120 años desde su fundación en 1788 (aprobada por R.C en 1791), pero desgraciadamente desapareció de forma orgánica a principios del S. XX, aunque no así su influencia intelectual y moral. Tampoco se perdieron sus obras, su nombre y lo que dejaron tras de sí nuestros antepasados.
A principios de la década de los ochenta del S. XX, un grupo de amigos, entre los que me encontraba, comenzamos a reunirnos y ver las posibilidades de rescatarla del olvido. La idea maduró y fueron muchos los que se unieron al proyecto, y el día 15 de abril de 1995 nos re-constituimos oficialmente, contando para ello con muchos descendientes de los que fueron ilustres miembros de la extinguida Sociedad.
Somos conscientes de que estamos ante una nueva situación que necesita nuevas orientaciones, tratamientos y respuestas, por ello esto es objeto de debate en nuestra Junta Directiva y Asamblea de socios. Por ejemplo, ¿cómo involucrar a los jóvenes en las tareas propias de la Sociedad del S. XXI? Estamos convencidos de que la solución está en el mensaje original altruista de las Sociedades Económicas en favor del progreso, de la difusión de la cultura y de la instrucción, en favor de las ciencias útiles y en pro de los avances democráticos. Pero trasladar estos objetivos a las nuevas generaciones requiere una profunda renovación de nuestras comunicaciones en la que las nuevas tecnologías de la comunicación tienen un papel predominante.
Antonio Muñoz Rodríguez