Diálogo entre las orillas

¿Puedes ver? ¿Me ves desde la otra orilla? ¿Me estás hablando o hay demasiado ruido en las calles con ídolos de cartón colgantes desde los que no se ve el cielo vacío? 

Con los ojos afuera disparas a la existencia, mientras tus ojos miran hacia adentro, creando otra realidad … ¿Tengo un lugar allí, bajo los fríos arcos en el estricto espacio cúbico de tu anarquía? ¿Estás gritando para que te oiga o para acelerar los molinos de viento de tu presente personal en la inestable ciudad de las cajas de cerillas con hombres de palo listos para quemarse antes de ver el sol? 

Te echo raíces, tejo un puente con las trenzas de nuestros hijos por nacer. 

Ven, el puente resistirá el Futuro… En algún lugar aquí, en algún lugar allá… Encontrémonos en el medio, donde el río lleva lentamente los recuerdos de su nacimiento cósmico y se cuela entre las piernas de los dioses para unir su dulce cuerpo cimbreante con el mar salado. 

Las máscaras de mirada en llamas son retiradas y arrojadas en este mismo mar para ver cuánto se nos necesita y qué tan dependientes somos de la simbiosis de la diosa Madre-Tierra y el dios del ardiente progreso – El Padre… 

Afino silenciosamente las esferas celestes, reescribo el código de las rocas, para que puedan arraigar la música de sus entrañas. Coloco las colmenas como la última Santa Trinidad sobre la que pueden rezar las abejas … por ti …

A través de los hilos del viento, de las venas aéreas del canto, el cordón umbilical de las raíces y los barcos llenos de semillas te lanzo nuestro posible encuentro … allá en el puente entre …

Te estoy escuchando…