Paja-Ra

«Paja-ra es una constelación en el bosque de seis cuerpos-paisajes, Granado, Águila, Disparos, Cierva, Sirena, Fuente«

Judith Mata

 

Me ciego mirando el cielo cuando aún es de tarde y se acerca el verano. Entre el verde en transparencia de las hojas de la parra, la madera carcomida y la malla de hierro oxidado que cuadricula el Azul, un sol me quema los ojos y simultáneamente me empapo en lágrimas.

Levanté la mirada ante el vuelo circular de un ave, al escucharla pude saber que era un Águila. Ciertas leyendas a las que con mis Amigas Urracas remitimos, relacionan al águila con el paso/iniciación a la cuarentena a la que llegué hace unos años. Por lo visto este ave se estampa contra el suelo desde los más alto, arranca pluma por pluma sus alas y quiebra su pico dispuesta a renacer. Yo me debí desorientar, me pasa a menudo, creo haberme quedado en un limbo o  purgatorio durante este proceso, no sé muy bien dónde estoy, y la verdad, ansío encontrarme.

Insectos a contraluz. Una tórtola solitaria, por fin, se posó sobre el Nogal, llevaba días despertando mi curiosidad.

Insectos de tarde a contraluz. De nuevo la combinación de elementos

Hierro-Madera.

Una telaraña sucia parece abandonada entre unos tallos que van perdiendo envergadura, así como también sus pétalos blancos miran hacia abajo. Ningún momento del proceso está exento de belleza.

Oxido y Agua, el Aceite pringa y dora.

Sobre el lomo de un burro vi cabalgar a la prima de una Iguana. Los dragones de las paredes emiten una especie de risa maléfica parecida a los sonidos de mi estómago.

Las moscas son insectos insistentes.                    Para los mosquitos repelente.

Si ando descalza siento la dureza del suelo, el tacto de la tierra, lo afilado de las hojas secas, los escalones de las piedras. La quietud de la roca y la sinuosidad de sus formas por la luz en movimiento. Que la luz no falte subrayaba un buen amigo. Le saco punta al lápiz, quedan las virutas. La Naturaleza es Abundancia. Me deleito con las formas de las hierbas que crecen entre las grietas de la pizarra.

El ensimismamiento tensa los cuerpos.

Me da mucho coraje el pulgón, aunque alimente a hormigas y pájaros, me cuesta apreciarlo, con él se pierde la Flor.

Los reptiles y anfibios me despiertan, muchos insectos también, y los pájaros, todos ellos ovíparos, yo mamífera… Podría ser pájaro y reptil, escamas y plumas, se suceden.                      Alas de Mariposa.

A veces se nos olvida regalar sonrisas a la persona con la que vives y las neuronas se reflejen.…                          Qué poco ven nuestros ojos!

¿Cómo rescatar nuestra Vulnerabilidad? Es Ser un desafío merecedor. Raspar esta capa cáustica.

Cayó una breva de la higuera, así, de repente.

Las mariposas gustan de lucirse.

El Granado en flor es una Fiesta.

Sonidos de insectos, trinos, relinches, repiqueteo, cencerros.         Palabras.

Diente de León e Hipérico.                             Picores, estornudos, espasmos.

El peso de los melocotones quiebra la rama como mi cintura en un valls solitario.

Fruta Madura sin ser Picoteada.

He cazado ratas sin matarlas para risa de otros, sus vidas entre tinajas, su suelo mi techo radiante al calor de la estufa. Despensa la compostera, la parra puente de acceso, sus uñas rascan las vigas y se adentran en los sueños.

Me presento:

Soy una Cierva con Cornamenta, me gusta el hueso y la purpurina. Sangro hacía a adentro aunque manche y deje mi rastro entre las hojas. El disparo, cualquier disparo, va a tu alma, no sé si hay ley, juicio y justicia, sí Consciencia. Durante un tiempo también fui Sirena, de Mares, Océanos y Urbe.

Quiero que veas muchas cosas en mi cuerpo y que ninguna de ellas sea yo. Quiero habitar los contrarios porque ellos me habitan a mi y aún entro en confusión. Me seduce el caos desde mi orden, me complace la abundancia y tiendo a vivir en la mesura, me atrae el desequilibrio y busco un apoyo estable.

Aún no aprendí a quererme, estoy en ello, deduje lo engañoso y egoísta de mi amor                                                                Niñas heridas

He sentido escasear mi energía, he agotado los recursos, he abusado de los tormentos contaminando el ambiente, presiones y silencios, palabras que  degollan, confianza pervertida….. qué no me cabe? Me pregunto…. la falta de empatía…. me respondo.

Puedo bañarme en la ciénaga más terrible y desoladora, poco más tarde cobijarme en lo alto de un castaño, escucharle por dentro y sin abandonar sus ramas, saberme y sentirme sobrevolando el valle. El Cogito también es sentimiento y percepción, no está carente de Cuerpo.

Vivo en la supervivencia emocional, en el ejercicio, en la práctica, y puede ser que la locura sea la vía de escapa más cuerda y creativa para no secar el Alma. Pero, cuanto me atrevo a arriesgar? A exponerme? A perder? Aún me atrapo en mis miedos, soltar morales, juicios y modas, berrear, encresparme, gemir y sacudirme en la maleza, Ser Salvaje, aunque esto también se lleva, no?

Quitando chupones a un Olivo,

encontré una Vulva,

la riego a menudo.…

….que no perdamos el Agua.

 Judith Mata, Primavera 2020

Pieza de danza, 2020
Duración - 25 minutos
Tejedoras
Creación e interpretación: Judith Gómez Mata / Composición musical original: Curro Molina / Trabajo de perineo-suelo pélvico: Alexandra Prada / Acompañamiento y dramaturgia: Jorge Gallardo / Vídeo: Pol Parrhesia
Lugar
Paja-Ra – danza en marea alta