Itinerarios nutritivos
Desde el 16 de octubre estuvimos realizando una de las acciones más especiales que ideamos para el proyecto BARBA-T: los Itinerarios Formativos en los centros escolares de Vejer de la Frontera, junto a nuestras compas de Ecoherencia. En ellos buscamos acercar al alumnado a la situación climática que estamos viviendo, a nuestra realidad más cercana, para que luego sean capaces de analizar qué pueden hacer para mejorar esta situación.
Durante tres sesiones cada grupo iba trabajando poco a poco diversas dinámicas para poder ir entrando en materia. El total de grupos por municipio es de 16, lo que hace un total de 383 estudiantes que se vieron beneficiados del programa en el municipio de Vejer. La segunda etapa se realizará en Barbate a partir de enero de 2021.
Trabajamos con los jóvenes para aproximarlos a la cuenca del río Barbate, y ver desde una perspectiva local en qué condiciones nos encontramos ante la crisis ecológica global. Sin obviar lo que nos pasa (#estonosestápasando) intentamos acercarnos con el mayor tacto posible.
En el patio, las actitudes en los centros son muy diferentes. Han tenido que tomar medidas y fabricar protocolos por sí mismos. No se quejan de que la administración los haya abandonado. Pero sí se les nota a veces tensos y cansados. Sobre todo en el instituto, en el que la ratio de alumnos por clase y la ratio total del centro, si eran un poco más altas. En uno de los colegios, fue impactante ver cómo les niñes en fila seguían a las maestras y maestros para sentarse cada uno en un lugar del patio, comerse el bocadillo ya sin mascarilla pero distanciados del resto, y luego mezclarse jugando, siempre con la mascarilla puesta.
Les preguntamos cómo lo llevan, cómo están. Esa pregunta fundamental que es nuestro centro. Con 3 talleres diferentes (organizados por edad) intentamos que los alumnos se acerquen al medio ambiente desde una visión creativa y cercana. Intentamos conjuntamente, leer la realidad natural de la cuenca del Barbate desde una perspectiva global, entendiendo que la cuenca es un sistema complejo e interconectado.
En la sesión de cierre, Ecoherencia busca generar en les estudiantes la redacción de un protocolo que ayude a “sostenernos” mejor en esta crisis.
Todavía recibiendo retroalimentación de los organizadores que nos acompañaron en los centros educativos, nos sentimos llenas y agradecidas por la experiencia. Teniendo en cuenta de que nuestra sesión creativa, la segunda del programa completo, tenía que haber sido una visita a la exposición (que no tuvo lugar propio en Vejer, por la situación pandémica), podemos decir que tuvimos suerte de poder trabajar en las escuelas, de llevar la exposición en el aula en forma de talleres, de dejar que los más jóvenes sean los artistas y pensadores que re-crean nuestra realidad más próxima. ¡Gracias Vejer!
Ahora sí, estamos preparadas para el trimestre que nos espera en Barbate y allí expondremos propiamente los resultados de las últimas sesiones de Ecoherencia, con las soluciones y deseos que nos dejaron las niñas y niños en estos itinerarios tan nutritivos. ¡Gracias Vejer!