Sueños botánicos
Durante un largo proceso de experimentos con tintes, recolectando plantas a través de las estaciones, tenía la idea de ver todos los colores juntos en un espacio donde pudieran ser contemplados como un todo completo. Veía los materiales que teñía en el tendedero fuera de mi casa, en tarros, en cubos y en sartenes en mi cocina. En mis reflexiones durante los procesos consideré mi relación con la vida vegetal, la dicotomía del interior con el exterior. Llevo las plantas a mi cocina para extraer su color. Observo y recojo lo que crece a mi alrededor. Por otro lado, hace tiempo que me interesa la estructura del geodomo, los patrones geométricos de las formas que se repiten.
La primera vez que lo monté en Santa Lucía, cerca de donde fue creado, sentí cómo dialogaba armoniosamente con el paisaje. Sentarse dentro de él, al lado, verlo desde el exterior colocado dentro del paisaje, la luz del sol difundida a través del tejido de color…
Las plantas cercanas me dan la materia prima con la que hago los tintes. Ahora los colores destilados de las plantas dialogan con las plantas mismas, con el sol, con el mismo entorno.
Ahora el domo estará aquí, junto al río Barbate, esperando quizás volver junto a las plantas. Desde aquí se moverá para viajar dentro de los diferentes ambientes de La Janda para habitar el paisaje del que fue creado.